sábado, 26 de diciembre de 2009

Los desplazados de la soja

SE MULTIPLICAN LOS DESALOJOS DE PEQUEÑOS PRODUCTORES


Los casos de pequeños campesinos que se ven forzados a dejar las tierras donde viven y trabajan desde hace décadas son cada vez más numerosos. Gianfranco Macri y otros grandes empresarios son protagonistas de expulsiones de estos días.

Por Sebastián Premici

Son historias personales y colectivas que se repiten en diferentes puntos del país. Modus operandi reiterados que se multiplican con las declaraciones en primera persona de los afectados y en los escritos judiciales: primero los campesinos son engañados para firmar documentos que supuestamente los benefician, luego llega la intimación para abandonar sus tierras, después la presencia policial para concretar el desalojo y un sistema judicial que se convierte en “la herramienta más sofisticada del modelo de los agronegocios”, como denunció a Página/12 el abogado Ramiro Fresneda, integrante del Movimiento Campesino de Córdoba. Son historias comunes que afectan a campesinos y habitantes originarios de Salta, Formosa, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe –la lista continúa– que pasan sus días entre la cría de animales, la cosecha de vegetales, granos y la lucha por no ser desplazados.

Mientras tanto, el campo visible, el de la Mesa de Enlace, mira para otro lado y defiende sus intereses. Detrás de su silencio, se amparan el empresario Gianfranco Macri, la empresa Madera Dura del Norte, el empresario Jorge Bellsolar Ferrer, los dirigentes Edgardo y Juan Carlos Scaramuzza (Federación Agraria) y Ricardo Buryaile (CRA), diputado electo por el radicalismo.

A continuación, Página/12 presenta algunas de las historias que hacen visible lo que muchos se empeñan en ocultar.

Un hermano ejemplar

En el departamento de Rivadavia, en la provincia de Salta, el empresario Gianfranco Macri, hermano del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quiere desalojar a varias familias campesinas. Hace seis meses comenzó el juicio que sentó en el banquillo de los acusados a la familia Garnica, que ocupa 170 hectáreas; la familia Ruiz, con 500 hectáreas, y la familia Cardozo, con 700 hectáreas. Gianfranco Macri dice que compró 15.000 hectáreas en 2006, dentro de las cuales viven estos campesinos.

“Los pequeños productores piden que se les reconozca el derecho principal que tienen, que es la posesión de esas tierras por haber vivido y trabajado allí toda su vida desde hace varias generaciones. Desde que comenzó el juicio, los pobladores no comen ni duermen tranquilos. Ellos reclaman el derecho de posesión y, si después se tienen que sentar a negociar cuántas hectáreas le corresponde a cada uno, no tienen problema. Lo que ellos reclaman no es ni el 10 por ciento del total que dice tener Gianfranco Macri”, aseveró a este diario Rebecca Russo, abogada de la Organización de Pequeños Productores del Chaco Salteño, entidad que cuenta con el apoyo de la Federación Agraria. Según los campesinos de la zona, el objetivo de Macri es la producción de soja y la cría intensiva de ganado en feedlots.

En octubre de 2007, el Foro Provincial de Agricultura Familiar le hizo firmar a Juan Manuel Urtubey un acta donde el entonces diputado y ahora gobernador se comprometía a impulsar un Plan Estratégico para el Desarrollo Rural, que en su primer punto se fijaba la regularización de la tenencia de la tierra a los pobladores rurales. A dos años de esa acta acuerdo, el juicio a los campesinos continúa. Por otro lado, las comunidades indígenas (wichí) también siguen esperando la regularización de sus tierras (ley 26.160/06).

En agosto pasado, los wichí hicieron una presentación ante la Corte Suprema reclamando sus derechos. La Defensoría del Pueblo, por su parte, hizo una visita a la zona de Embarcación, donde viven 25.000 personas, rodeados por 10 comunidades indígenas, que están a la vera de las rutas 34, 53 y 81, esperando, pacientes, una respuesta oficial.

Poder político y empresario

“En Formosa hay una connivencia entre los intendentes y los representantes de la Mesa de Enlace. El intendente de General Belgrano, Amado Bobadilla (FpV) –que ahora está distanciado de las entidades agropecuarias–, nunca intervino a favor de los campesinos. No existe ninguna experiencia de intendentes, al menos en la zona, que hayan jugado a favor de los campesinos”, denunció ante este diario Benigno López, dirigente del Movimiento de Campesinos de Formosa (Mocafor).

En esta provincia hay dos casos emblemáticos. Uno ocurre en General Belgrano, donde Ricardo Buryaile, dirigente patronal de CRA y empresario millonario –según sus propios compañeros federados de la Mesa de Enlace–, impulsó el desalojo de diez familias de un campo de 38 hectáreas, donde viven campesinos de entre 20 y 80 años.

El otro caso emblemático ocurre en el municipio de Ingeniero Juárez, departamento de Matacos, en una finca que se llama La Florencia, de aproximadamente 60.000 hectáreas, adonde viven más de cien familias de criollos e indígenas. Los campesinos, que se dedican a la cría de ganado, cabras, porcinos, entre otros animales, son perseguidos por el empresario Jorge Bellsolar Ferrer quien, a través de su empresa Sociedad de Parques SRL, busca desalojar a esos productores para expandir la frontera agrícola.

Benigno López denunció en reiteradas oportunidades la connivencia entre Ferrer, el intendente de Ingeniero Juárez, Cristino Vidal Mendoza, y la policía local, dirigida por el oficial Pablo Sosa. “Ferrer expulsa a los campesinos y vende las tierras a precios internacionales. Hace dos años comenzó a reclamar formalmente por las hectáreas de La Florencia. Antes de eso se presentaba como alguien que quería ayudar a los campesinos, les hacía firmar papeles con la excusa de que conseguiría subsidios y así se fue haciendo de un manto legal, pero ilegítimo, para reclamar algo que no le corresponde”, indicó López. En Formosa hay 3 millones de hectáreas en situación de conflicto.

Modus operandi

Según un informe de la Defensoría del Pueblo de la Nación (2006), desde hace años los habitantes de Sol de Mayo, departamento de Alberdi (Santiago del Estero), resisten las presiones de la empresa Madera Dura del Norte, compañía que aduce poseer títulos sobre unas 156.000 hectáreas. Una investigación de la Defensoría (345/06) describe un modus operandi que se repite en los diferentes testimonios recogidos por este diario. Según la denuncia de los vecinos de la zona, en varias oportunidades hubo intentos de desalojo, con represión policial, disparos con balas de gomas, donde actuaron tanto fuerzas de seguridad nacionales como el Grupo Especial de Táctica Operacional de Alto Riesgo, división especial de la policía de la provincia de Santiago del Estero.

Dentro de las hectáreas detentadas por Madera Dura del Norte S.A. viven más de 1500 familias campesinas, hay postas sanitarias, destacamentos policiales y un cementerio. “A pesar de las reiteradas denuncias, desde el Juzgado de Monte Quemado se reclutan policías y supuestamente gendarmes para custodiar a parapoliciales y las topadoras, de la empresa Desmontes Londero, que ya desmontaron más de 15.000 hectáreas. El reclamo unánime de la población de las regiones visitadas es que el sistema judicial de la provincia actuaría sistemáticamente en favor de los empresarios. A ello se agrega la gran dificultad de los campesinos para acceder a la Justicia”, concluye el citado informe.

Federación Agraria y dos desalojos

Ramona Bustamante, de 83 años, vive desde que nació en un campo ubicado en el paraje Las Maravillas, a veinte kilómetros de la localidad de Sebastián Elcano, en el norte cordobés. Por ser hija extramatrimonial, sus hermanastras, tras la muerte de su padre, vendieron el campo de 230 hectáreas donde vivía. Esto fue en 1984. Tras la venta, el campo pasó por varias manos hasta caer en posesión de los hermanos Edgardo y Juan Carlos Scaramuzza, quienes le hicieron firmar a Ramona un convenio de desocupación.

Ramona firmó bajo la creencia de que los reclamos judiciales terminarían. Pero no fue así. En 2003 fue desalojada, pero logró volver a su campo. La Justicia insistió, y en 2004 la volvieron a desalojar. Los hermanos Scaramuzza, que fueron acusados de fraude pero rápidamente sobreseídos, son dirigentes de la Federación Agraria de Oncativo. Según indicó a este diario un dirigente de la entidad, cuando se conoció el hecho se recomendó su expulsión, pero quedó en la nada.

La lucha del granito rojo

José Luis Godoy, de 43 años, enfrentará el próximo lunes junto a su hermana Alcira la sentencia por un juicio en el que están imputados como usurpadores de un predio de 26 hectáreas, ubicado dentro del campo donde su familia vive desde hace más de sesenta años. Un productor y empresario local, de nombre Víctor Manuel Gómez, les reclama esas hectáreas ya que detenta unas canteras de Granito Rojo Príncipe, recurso natural de alto valor económico.

“Hace más de sesenta años que vivimos en la comunidad Represa Morales, a 10 kilómetros de Villa de Soto (Córdoba). No tenemos luz eléctrica, tomamos agua del mismo pozo que nuestros abuelos. Fuimos a la escuela rural a tres cuadras de casa. Esta es nuestra vida, criamos cabras, chanchos, ovejas, es un campo tirando a árido, de 400 hectáreas. Hace muchos años, un tal Víctor Manuel ‘Maruco’ Gómez llegó a la zona diciendo que era dueño de los campos. El tipo decía que mi padre le había firmado un papel cediendo las 26 hectáreas donde está el granito rojo. El abogado de mi padre en ese momento era Aristóbulo Gutiérrez, después resultó que se asoció con Gómez para estafarnos. Los dos se juntaron para desalojarnos”, relata.

“Gómez también dice que mi padre le cedió 200 hectáreas del campo. En 2003 comenzó el juicio por usurpación y lo perdimos. Fuimos a Casación en febrero de 2009. Ahora parece que podemos ir a la cárcel. Este empresario es un matón que se va ganando el miedo de los vecinos matando animales y negando el acceso al agua; amenaza a las mujeres cuando los hombres trabajan en el monte. Todo lo que quiere son las canteras.”

Hay parámetros generales que se dan tanto en Santiago del Estero, Catamarca, Salta o Córdoba, que es ver a la tierra como mercancía o como parte de un negocio para pocos, donde se propicia la expulsión de campesinos. “El sistema judicial resulta ser la herramienta más sofisticada del modelo de los agronegocios. El Poder Judicial, que debería servir para equiparar la desigualdad natural, termina favoreciendo a los más poderosos. De un lado quedan los impulsores de los agronegocios, con la soja a la cabeza y la especulación inmobiliaria. Del lado de enfrente, están los agricultores familiares”, concluyó el abogado Ramiro Fresneda, integrante del Movimiento Campesino de Córdoba.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Todo esta guardado en la memoria


Contra la ley de Caducidad
Por Daniel Senatore | 20.10.2009

El próximo 25 de octubre junto a las elecciones nacionales, se realiza en Uruguay el plebiscito contra la ley de Caducidad, una normativa da amnistía a los militares y policías que cometieron delitos durante la ultima dictadura militar en ese país. La hija de un militante sindical asesinado en los 70’s habla de su trabajo constante para buscar una justicia que todavía no llega.

El próximo 25 de octubre y conjuntamente con las elecciones nacionales, se realiza en Uruguay el plebiscito contra la ley de caducidad. Allí la ciudadanía tendrán la oportunidad de votar una reforma constitucional que consagra la anulación de los artículos 1°,2°,3° y 4° de la Ley 15848 de Caducidad de la
Pretensión Punitiva del Estado. Popularmente conocida como 'Ley de Caducidad', y llamada peyorativamente 'Ley de Impunidad' por sus detractores, es una ley vigente en Uruguay mediante la cual se estableció que los delitos cometidos por militares y policías durante la dictadura cívico-militar (1973 - 1985) (incluyendo las múltiples violaciones a los derechos humanos) quedaran amnistiados.

Ayer la Corte Suprema le dio un último envión a la campaña para anular la Ley de Caducidad en Uruguay. Declaró inconstitucional la norma para el caso de Nibia Sabalsagaray, después de que lo hicieran el Ejecutivo y el Congreso. A seis días del plebiscito, la decisión del Supremo suma argumentos a favor de terminar con la amnistía.

En este contexto entrevisté a Marys Yic, quien desde hace un largo tiempo busca verdad y justicia por la desaparición, tortura y muerte de su padre, Nuble Yic, obrero de la carne, militante sindical político y comunista.

-¿Cómo comienza tu búsqueda?


No puedo olvidar lo que viví hace más de 30 años, cuando siendo una niña pude ver por última vez a mi padre, luego de meses en condición de desaparecido.

Fue en una visita al cuartel, lo vi unos minutos antes de que muriera a causa de un infarto cardíaco, luego de haber sido sometido a brutales torturas.

Entre los años 1968 y 1976 presencié el secuestro y muerte de mi padre. Vi morir a mis abuelas, la detención de mi tío y una prima en condiciones inhumanas, el asesinato de mi prima Silvia (con apenas 19 años y un embarazo de tres meses) y la desaparición de su esposo. También vi partir a una hermana al exilio, otra a la clandestinidad y la tercera a una clínica psiquiátrica.

Tuve que ver a mi madre en un intento de auto-eliminación, tuve que hacerme cargo de las responsabilidades de los adultos, pasar hambre, miedo, abandono e impotencia. Presencié los allanamientos y los saqueos; me humillaron en el cuartel cuando fui revisada, algo que me generó mucho dolor y angustia.

En el año 2007, pasado ya mucho tiempo, comienzo a reconstruir mi historia, a buscar la verdad sobre mi padre y a reclamar justicia, presentando en la misma la denuncia por homicidio político.

El caso fue excluido por el Poder Ejecutivo de la Ley de Caducidad, igualmente fue archivado sin investigar.

-¿Qué edad tenías cuando se produjo el secuestro de tu padre y cómo recuerdas la situación?

No había cumplido los 10 años. La recuerdo con mucho dolor y con impotencia. Eran las cuatro del 22 de octubre de 1975, me desperté con los golpes en la puerta de calle, cuando sentí que mi madre se levantó, lo hice yo, también mi hermana y mi abuela materna. Mi padre hacía reposo por un infarto cardíaco reciente. Entraron seis hombres vestidos de civil, pero fuertemente armados… aquello parecía una película.

Mientras dos de ellos esposan y encapuchan a mi padre, los demás saquean la casa. Se lo llevan sin dar ninguna explicación.

Desde ese momento desperté a una realidad que era totalmente ajena para mí, a pesar de que mi tío estaba preso y había sido asesinada mi prima en abril de 1974, nunca antes había presenciado la violencia dentro de mi propio hogar, ni siquiera nos pudimos despedir.

A las pocas horas llega mi hermana mayor, habían detenido a su esposo en una reunión clandestina. Llega con una niña de 3 años y un bebé recién nacido que quedarían a nuestro cuidado para que ella pasara a la clandestinidad. Mi otra hermana ya estaba en el exilio.

Allí es cuando comienza la búsqueda por parte de mi madre, a quien pude acompañar en muchas oportunidades, como por ejemplo cuando fuimos al lugar en que funcionaba 'Inteligencia y Enlace' , donde nos atendió José Nino Gavazzo, a quien reconocimos años después cuando comienzan a salir sus fotos en la prensa.' (Documentos secretos confirman que, bajo el nombre clave de 'Cóndor 5?, Uruguay integraba formalmente la coordinación represiva conocida como 'Operación Cóndor', que funcionaba en el Servicio de Información y Defensa (SID) y tenía como 'jefe de la Condorop' al mayor José 'Nino' Gavazzo.)

-Desde esa experiencia hasta el comienzo de la reconstrucción de tu historia, ¿cómo llevaste tu vida? y ¿cuál fue el disparador, para que tantos años después comiences a reconstruir tu historia personal?

¿Vida?, ¿qué vida? todos esos años no tuve una vida. Las secuelas que dejó el terrorismo de Estado permanecen en el tiempo y pasan de generación en generación. ¿Qué debía hacer? ¿No mirar para atrás? ¿No recordar? ¿Tapar mis heridas? No, imposible. Las heridas todavía sangran, no sanaron, y la única cura es la verdad y luego la justicia.

Hay un proceso de maduración, hay que elaborar en nuestro interior los hechos del pasado para poder convertirlos en energía proyectada al futuro. Esto me llevó 30 años …y el disparador fue el cambio de gobierno.

Cuando asumió un gobierno de izquierda me sentí más segura, sabía que solamente así podría comenzar mi búsqueda y que alguien me escucharía. ¿Qué podía esperar de los gobiernos blanqui-colorados, que apadrinan a los genocidas? ¿Qué podía esperar de gobiernos que niegan la historia reciente de nuestro país y ocultan información? Solamente con un gobierno progresista y la lucha unida de la sociedad podremos sanar, buscando la verdad y reparar en parte tanto daño.

-Entonces, desde que asumió el gobierno progresista ¿fuiste escuchada?

Si bien en el tema derechos humanos queda mucho por hacer, con el gobierno actual se avanzó.

Fue el primero en interpretar la Ley de Caducidad, en forma de poder excluir algunos casos que no estaban comprendidos dentro de ella, por ejemplo el de mi padre.

Se abrieron archivos, se entró a los cuarteles en busca de restos de desaparecidos, se procesaron algunos criminales, al canciller Juan Carlos Blanco y al dictador Juan María Bordaberry. Se estudia una ley de reparación, se informa a la sociedad por medio de la prensa oficial, se dan cursos sobre DD.HH tratando de instalar una cultura en el tema, etc. antes todo esto era imposible, ahora llueven las denuncias de las víctimas o de los familiares de éstas.

-¿En qué estado se encuentra actualmente la causa?


Luego de armar la historia y conseguir casi 30 testigos y contundente prueba, se presentó la denuncia penal en la justicia.

La fiscal archivó el caso sin investigar, sin llamar a los indagados, ni siquiera llamó a declarar a Juan M. Bordaberry, quien no se encuentra amparado por la ley por el hecho de ser civil, además de haber sido el dictador de facto del momento. Se pide el desarchivo y se vuelve a archivar por la Sede.

También se presentó la denuncia en la Comisión Parlamentaria de Derechos Humanos y en Amnistía Internacional. Todo vuelve a foja cero mientras esté vigente esta normativa, pero estamos viendo de hacer la denuncia solamente contra Bordaberry y llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

De todas maneras, anulando la ley en octubre, todos los casos deben ser investigados y todos los implicados en los hechos del pasado deberán rendir cuentas en la justicia.

-Si tuvieras que imaginar un final para tu lucha, ¿cómo sería? ¿cuál es el mensaje para todos aquellos que no vivieron esos años oscuros?

El final llegará solamente con la justicia, con la paz y con la reconciliación nacional.
La lucha por verdad y justicia siempre fue reivindicada por las víctimas, los familiares y las organizaciones de derechos humanos. Es preciso promover la conciencia y trasmitir que la lucha no compete exclusivamente a una parte de la sociedad, y que no puede recaer nuevamente sobre los hombros la responsabilidad de ser la única interesada en la reconciliación nacional.
Las secuelas del pasado están en todo el conjunto de la sociedad.

Aunque hipotéticamente se mantuviera la Ley de Caducidad y no se investigara el pasado, habría de futuro un descreimiento en la justicia, la impunidad sería algo natural, se reforzaría el odio y el resentimiento y sobre todo, no habría una democracia sólida.

El mejor mensaje que puedo dar a todos los uruguayos es que, junto con el voto, sin importar que se vote, pongan la papeleta rosada por el SI para anular la Ley de Caducidad. Una Ley inconstitucional, vergonzosa, inmoral, que viola todas las normativas internacionales sobre derechos humanos, una ley que fue aprobada bajo presión y miedo.

Votar SI es dar un paso sustancial hacia la recuperación de los valores y de la dignidad de nuestro pueblo, paralelamente con el desarrollo de una sociedad libre y sin miedos. Es demostrar una vez más la solidaridad y la rebeldía frente a la injusticia, frente a las violaciones a los derechos humanos y el terrorismo de Estado. Es reafirmar la democracia y la justicia, es comenzar esa reconciliación nacional tan necesaria para las futuras generaciones. Creo, que ningún uruguayo puede estar ajeno a esto.